Esta tarde recibimos una donación triple de parte de la señora Keka: varios pares de zapatillas, 50 pesos en efectivo para gastos operativos, y una misa que pidió para Julio Centeno y para mí para que nos vaya bien en el viaje.
La señora Keka es mi tía, hermana de mi padre y madre de tres hijos fenomenales.
Hoy quiero recordar a uno de ellos: a mi primo Martín.
Mi primo tuvo cuando era adolescente un problema muy grave en los riñones que hizo que fuera necesario hacerle dialisis hasta que le donaran un riñón.
Despues que intentaron donarle un riñón propio sus padres y hermanos, y los análisis dieron que no eran compatibles, mi padre, Amilcar Guillermo Speicher, se hizo los estudios y fue quien finalmente le donó un riñón a mi primo.
Mi primo vivió varios años con ese riñón hasta que por cosas que sólo Dios sabe, un aneurisma hizo que Martín, a los 28 años, fuera a presentarse ante Dios.
La calidad de vida que tuvo hasta que murió fue de la mejor: tuvo dos hijos fenomenales que hoy viven en Salta.
El día de hoy quiero recordar a mi primo Martín, a quien siempre llevo conmigo en el corazón, y hacer un homenaje al hombre que mas quiero y admiro en la vida: a mi padre.